San Martín midió ayer las fuerzas con uno de los equipos que a priori se presenta como candidato a pelear por el campeonato y salió bien parado el Verdinegro más allá de que Lanús inclinó levemente la balanza a su favor tanto en el desarrollo de juego como en ocasiones de peligro frente al arco rival.

1 La misma receta

El primer tiempo fue el que tuvo un trámite más atractivo. Desde el comienzo ambos equipos encontraron el sector por donde atacar. En San Martín, un Roberval recostado por derecha podía superar al lateral Braghieri. Y en Lanús, Regueiro hacía lo mismo con Cristian Alvarez del otro lado de la línea central.

La pelota viajaba en autopista en el mediocampo y visitó varias veces ambas áreas, aunque casi siempre por el mismo camino. Porque en San Martín, Maxi Núñez apareció poco pero mejor cuando se asoció con el brasileño y el equipo casi renunció a buscar por izquierda.

2 Segundas partes

El partido de ayer era el segundo tras cuatro días para ambos equipos y tuvo su influencia en el complemento, cuando las prioridades de los dos se fueron volcando cada vez más para el arco propio que hacer un mayor desgaste buscando el ajeno. En San Martín, el cansancio sacó a Roberval y a Núñez, quien no tuvo el mismo peso que en el debut. Cantero salió por una contractura pero volvió a complementarse bien con Bustos, lo mismo que Grabinski con Landa.

3 Presentaciones

Ayer fue el turno de los debuts de Penco y Carrusca, quienes no mostraron lo mejor de lo que son capaces. También entró en la parte final Bogado, que si bien valió para que el equipo se reagrupara con un esquema más tradicional de 4-4-2, fue el que generó la situación más peligrosa en el complemento. Todavía se espera la recuperación de Poggi, por lo que las alternativas de Garnero para elaborar juego todavía están en etapa de exploración.

Por Lisandro Peyran