Con un sorpresivo golpe de efecto derivado de un discurso que pretendió ser casual, la presidenta de la Nación anunció finalmente lo que todo el mundo sabía: que se va a presentar en las elecciones en octubre, para revalidar sus pergaminos por cuatro años más. No es ninguna novedad que Cristina Fernández es una gran oradora y esta vez hizo una puesta en escena donde se lució con el manejo de los tonos de voz y de frases destinadas a acrecentar el suspenso. En cuanto a la temperatura, le faltó a la Presidenta convicción de tribuna, aunque no tranquilidad cuando explicó que ella ‘ya sabía‘ qué cosa tenía que hacer desde el 28 de octubre, un día después de la muerte de Néstor Kirchner. Como los tiempos del calendario electoral se terminan y así lo admitió diciendo que era un ‘acto de responsabilidad‘ de su parte, Cristina fue canjeando la estrategia del misterio por una seguidilla de frases que iban dejando la idea del ‘sí‘, aunque prolongando el suspenso porque nunca terminaba de cerrar el argumento. Con un notable manejo de los tiempos, ella llevó la tensión hasta el final, transformando a cada paso las pistas en certezas, como cuando por cuestiones sentimentales descartó el Teatro Argentino de La Plata para hacer el lanzamiento de una eventual fórmula. Igualmente, la revelación no dejó de ser alambicada, ya que la Presidenta nunca utilizó en su discurso la palabra ‘candidata‘ que permitiera tranquilizar del todo a sus partidarios, quienes se desgañitaban en vítores y a la vez se miraban de reojo para saber si debían seguir aplaudiendo. Si lo hizo a propósito para no ponerse en un pie de igualdad con otros candidatos como Elisa Carrió, Eduardo Duhalde, Alberto Rodríguez Saá, Hermes Binner o Ricardo Alfonsín nunca se sabrá, pero lo concreto es que ahora todos ellos están frente a la ciudadanía en idénticas condiciones. Y si hay que encontrar una perla oscura en el anuncio, vale la pena reparar en una frase de la Presidenta: ‘los monopolios son malos siempre‘. Pese a su profesión de fe a favor de la competencia, no parece un buen arranque que un lanzamiento de tono partidario se haya canalizado a través de la cadena nacional. Por Hugo E. Grimaldi – Agencia DyN