En medio de una mezcla de ansiedades, esperanzas y despedidas; la previa fue a las 9 de la mañana, frente de la Estación San Martín. Desde allí, los sanjuaninos que quedaron seleccionados en el casting que realizó Talento Argentino en San Juan el pasado sábado, salieron en colectivo al Complejo Puente Blanco de San Luis.

Cargando al hombro pesados instrumentos o bien con el vestuario encima, los artistas y sus bártulos asomaron con suma puntualidad. Y si bien algunos se mostraban más cancheros, todos por igual anhelaban el visto bueno del jurado, en especial de Maximiliano Guerra, considerado “el malo” del tribunal.

Entre las más ansiosas, estaba María Fernanda Di Cataldo. Con su vestido lila y lista para subir a escena, la cantante trataba de contener el frío que le provocaban sus nervios. “Es la primera vez que hago esto, para mí ya gané. Quiero mostrar que sí puedo ser profeta en mi tierra”, expresaba con risas tímidas.

El grupo más numeroso era el de Noemí y Claudio Videla con sus músicos, guitarras y bajos a cuestas. Los celulares de la dupla terminaron echando humo luego de las decenas de llamadas de apoyo, aunque la más solicitada fue Noemí que justo ayer cumplió años y esperaba como regalo un regreso a San Juan sin ninguna “X” de los jueces.

A diferencia del resto, para el bailarín de árabe, Leandro Illanes, el mayor desafío era convencer a Kike Teruel. Luego de no superar la prueba hace unos meses en Mendoza y con conocimiento de causa expresó: “Él fue el que me bochó la otra vez”.

Y con el “¡Vamos!, ¡vamos…!” del productor porteño, las ilusiones subieron al coche, con el sueño de la consagración.