Una de las consecuencias más grandes que vivió la Argentina en el año 2008 fue la reducción de la construcción de los planes de vivienda estatales. Esto fue una puñalada directa para el sector más pequeño de los caleros debido a que la mayor parte de su elaboración apuntaba a ese sector.

Sin embargo no hay que decir que las grandes empresas de la cal salieron intactas de la crisis internacional. Tal como afirmó TEA en DIARIO DE CUYO hace casi dos años y medio, “en octubre y noviembre (de 2008) las ventas mermaron un 25%”. Con esa caída en las ventas directamente trabajaron con su producción y no les compraron más a las caleras chicas.