Desde el 2016 el programa Aprender a Emprender, que busca capacitar a alumnos para que sepan generar productos y crear una empresa, sacó a la luz la capacidad y el ingenio que tienen los estudiantes a la hora de ser emprendedores. Y si bien todos los años hay algunos productos que se repiten de ediciones anteriores, hay estudiantes que hicieron compañías muy novedosas para la provincia. Este año, desde la Secretaría de Ciencia y Tecnología, que es quien dirige este programa con ayuda del Ministerio de Educación, comentaron que les sorprendió que muchos de los emprendimientos que ya están funcionando tienen un costado ambientalista. Apostaron al reciclado, a la reutilización de cartones, maderas y plásticos en desuso y hasta a hacer productos que sirvan para el cuidado de la flora y la fauna de la provincia. Marcelo Fretes, director de Competitividad y Vinculación Tecnológica, comentó que la idea de estos proyectos novedosos surgió luego de que la secretaría les propusiera a los chicos vender productos que no se hayan hecho en ediciones anteriores. A la vez, Fretes comentó que este año los sorprendió la cantidad de alumnos que están participando y dijo que desde el 2016 esta cantidad viene en aumento. De hecho, en 4 años se triplicó. 

El programa arrancó el mismo 2016 con 34 compañías, integradas por unos 1.020 estudiantes de escuelas secundarias. El año siguiente la cantidad de emprendimientos creció y por consecuencia también lo hizo el número de alumnos. En 2017 hubo 51 compañías, con 1.530 estudiantes. En 2018 el número creció notablemente. Es que el año pasado se incluyeron, por primera vez, los CENS (escuelas para adultos), razón por la cual hubo 76 compañías y 2.280 alumnos que las integraron. "Este año la cantidad volvió a crecer y eso significa que cada vez estamos capacitando a más estudiantes. Es decir, año a año hay más personas con herramientas necesarias para ganarse la vida trabajando", dijo Fretes y contó que en la edición actual del programa hay 101 compañías que son integradas por 3.030 personas de diferentes departamentos. 

Además del aumento de la cantidad de estudiantes capacitados, este año las novedades tuvieron que ver con los emprendimientos llamativos. Fretes comentó que durante los últimos años notaron que proliferaban los productos que tenían que ver con el uso de la tecnología, pero ahora eso cambió. "Si bien la tecnología prevalece en la vida cotidiana, pedimos que hagan productos novedosos", dijo. Fue así, que nacieron compañías que hacen lámparas con materiales reciclados, macetas con troncos de álamos, cuchas para perros con cubiertas de vehículos y emprendimientos que ofrecen el servicio de capacitación para la creación de huertas. A la vez, hubo alumnos que hasta fabricaron té con yuyos típicos de la zona con el objetivo de promover las aromáticas que tienen. 

"Los alumnos no dejan de sorprendernos con sus propuestas y tenemos ejemplos de que este programa les sirve para la vida cotidiana y en ocasiones no finaliza definitivamente cuando los chicos egresan", dijo y contó que hace unos días, supo de una pareja de Albardón que fue parte del programa hace dos años y que ahora vive gracias a ese emprendimiento.

> Cómo funciona el programa

Aprender a Emprender es un programa en el cual los alumnos crean, organizan y operan una compañía en el mercado real en el cual están insertos. El objetivo del programa es promover una mayor interrelación entre la educación y el mundo del trabajo, estimulando el fortalecimiento de la mentalidad del emprendedor y creador de empresas, generando fuentes de trabajo y crecimiento.

Es por esto, que los chicos aprenden a elegir el producto que van vender, a calcular costos, fijar precios, a hacer un plan estratégico e incluso hasta cómo disolver este emprendimiento en caso de ser necesario.

Para comenzar con la producción los estudiantes piden ayuda a accionistas para poder obtener el capital, mientras que al finalizar el programa y disolver la compañía devuelven el dinero y hasta las ganancias que les corresponden a los accionistas. Generalmente el apoyo económico lo consiguen de familiares, docentes y otras personas conocidas; y no piden grandes montos de dinero. Durante el proceso los chicos montan ferias para promocionar sus productos (foto).

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  • semanas es el tiempo que dura el programa. En este lapso los estudiantes deben realizar el proceso. También reciben varias capacitaciones.

 

> Escuela Los Berros

Plastilinas para los niños

 

En la escuela Nivel Secundario Los Berros, de Sarmiento, los alumnos de Quinto año (25 chicos) son parte de la compañía Clay Colors. Ellos hacen plastilinas de colores naturales no tóxicas, que luego venden en ferias. "A la plastilinas las producen ellos mismos, con ingredientes accesibles como harina, sal, aceite y agua. Esto además de los colorantes. Son aptas para niños desde los 3 años", dijo Evelin Molina, una de las docentes a cargo del grupo. 


Este emprendimiento nació luego de que los chicos hicieran un estudio de mercado y detectaron que las plastilinas eran fáciles de hacer y de comercializar. Al comenzar con el proyecto ellos se propusieron vender 200 plastilinas. "Los chicos están muy contentos porque no sólo cumplieron el objetivo, sino que se superaron", agregó Molina y comentó que ellos hasta hicieron una feria en la plaza de Los Berros para vender sus productos, en el marco del Día del Niño. 


> CENS La Majadita

Mates tejidos con pasto

 

"Raíces La Majadita" es la compañía que pertenece a Segundo año del CENS La Majadita, ubicado a 8 km de la Villa San Agustín, en el departamento Valle Fértil. Ellos hacen y comercializan mates tejidos con pasto. Desde el emprendimiento dijeron que cuando comenzaron con el programa buscaban hacer un producto que tuviera características únicas. Es así que decidieron implementar algo representativo de su cultura, que fue trasmitida de generación en generación. Optaron por "el tejido con pasto", pero esta vez tejiendo alrededor de un mate de madera. "A eso le agregamos una pequeña bolsita tejida en lana de oveja, rellenada con yuyos típicos de la zona como chinchil o incayuyo, entre otros, para cautivar el aroma de las sierras. De esta manera logramos un producto con características culturales, artesanal y simbólico de este distrito", dijo Sergio Fernández, uno de los coordinadores del grupo.


> EPET 3 

Agrogel, un producto que nutre las plantas

 

Agrogel se llama la compañía que pertenece a los alumnos de Séptimo año de la EPET 3 del departamento Rawson. El producto que ellos hacen es un fertilizante que se presenta encapsulado, para ser aplicado a través de un dron. Los alumnos explicaron que tiene la propiedad de formar un gel que retiene agua y libera progresivamente los nutrientes necesarios para la planta. Al retener agua ayuda a evitar el estrés por falta de hidratación, problema que suele suceder en zonas áridas como San Juan. Este proyecto nació en el marco del espacio curricular Prácticas Profesionalizantes y luego fue aplicado al Programa Aprender a Emprender. Por su parte, Fabián Poblete, uno de los docentes que está a cargo de este proyecto y de los alumnos de la compañía comentó que este proyecto estudiantil participó en el concurso Agrojoven Rawsino y quedó como uno de los finalistas, por ser novedoso.