"’Yo a un parral viejo le saco 10 mil kilos por hectárea y a los nuevos, 20 mil” dijo Guillermo del Carril (en la foto, a la der), un productor de uva de mesa que recientemente logró renovar algunos viñedos en la finca de unas 80 hectáreas que posee con su hermano Marcelo (izq de foto), en el departamento 9 de Julio. "’Hace 3 años renové 8 hectáreas de uvas Superior, Flamé y Red Glove. Pero hace 2 años que hemos tenido que frenar el recambio por los costos, por hectárea se requieren entre 40 y 50 mil pesos”, explicó el productor. Guillermo contó que un parral nuevo da mayor producción y de mejor calidad al llegar a los 4 a 6 años, "’y cuando pasa de los 10 a 12 años empieza a decaer en los rindes, en la cantidad de kilos que da por hectárea”. Los hermanos pudieron encarar una renovación porque corren con ventaja frente a otros productores para abaratar costos: "’Tenemos vivero y producimos nuestras propias plantas, también tenemos producción de álamos para sacar nuestras propias trabas y poseemos frigorífico, por lo que hacemos comercialización directa de la uva. Eso nos ha permitido ser un poco más competitivos que el resto. Tenemos ventajas, pero también el triple de riesgos”, dijo. No obstante piensan seguir invirtiendo en cuanto puedan: "’Seguimos tratando de apostar a la uva de mesa, esperando que en algún momento las condiciones económicas cambien. Están todos los factores para que la actividad no funcione, pero espero que en algún momento las reglas de juego cambien y favorezcan a la producción”, opinó.
