PRIMERIZO. El riojano Elio Olivera, del equipo Mardan, fue el primero en tener problemas mecánicos en esta edición de la Vuelta. Su descarrilador le provocó una preocupación tempranera que debió solucionar antes de cumplir cinco kilómetros de carrera.
EN LA RUTA. Se encontraban varios ex ciclistas, muchos de los cuales dieron lustre al deporte del pedal provincial. En ruta 270 a metros de ruta 20 estaba Roberto Bernard. Sobre la avenida Paula Albarracín de Sarmiento, en una zona donde había menos gente se lo vio a Luciano Ozán.
ESCASO. Resultó el vallado en el punto de llegada. Otra vez no ocurrió un accidente por aquello de que “Dios es ciclista”. Solamente 30 metros antes de la línea de meta y un poco más después no es suficiente para evitar el “embudo” que forma el público de manera imprudente. Además, había demasiados “fotógrafos” sin acreditación para estar en el lugar de los medios de prensa. Todo un tema a corregir para evitar complicaciones.
SIN BENDICIÓN. En el instante previo a la partida desde la puerta de la Iglesia Catedral se dieron cuenta todos de que no había ningún sacerdote para dar la bendición habitual. Razón por la cual sólo se cumplió con colocar la casaca de líder a Emanuel Agüero (Marzano- Moto Lucero), ganador del Prólogo.
