Para conocimiento de nuestros lectores de los sábados, estuvimos consultando fuentes de información de carácter internacional, y nos relataron que la producción mundial de tomate para industria fue en el año 2007 de un total de 33 millones de toneladas; un poco superior en la campaña siguiente, la 2008, con 36 millones de toneladas y para la que estamos redondeando, la 2009, está girando entre los especialistas una estimación general de 41 millones de toneladas, o sea un 14 % mayor a la anterior.

Con 448 mil toneladas recolectadas en el 2009, la producción nacional de tomate destinado a la industria fue un 28 % mayor a las 350 mil toneladas cosechadas en la temporada anterior, Y el dato es interesante además, porque los números fueron superiores aún a la última mayor cosecha nacional del año 2004 cuando se recolectaron 430 mil toneladas, la única vez que se superó la barrera de las cuatrocientas mil toneladas.

En Argentina, entonces, la producción mejoró el doble que en el mundo internacional del tomate, es bueno como dato, pero también hay que decir que nuestro país no incide en el mercado mundial, por sus bajos números generales, comparados con Italia, cuna del “pomodoro”, Estados Unidos, con California a la cabeza y otras potencias verdaderas.

En cuanto a tierras cultivadas con esta hortaliza roja, de fruto atractivo y gran utilización en la comida mediterránea, acompañada en pizzas, con aceitunas, orégano queso y vino tinto, y también en otros platos gastronómicos nacionales e internacionales, Argentina se acercó a las 8.500 hectáreas.

Con el dato relevado de 8.443 hectáreas, se puede ver en la Infografía que del total, un 69 % son de Cuyo, el 19 % de Río Negro, y 12 % en la región que cubren las provincias del NOA.

Investigación y desarrollo

Esta tendencia se mantiene, varía poco año tras año, siendo Mendoza el líder natural en superficie implantada, cantidad de productores que se dedican a esta agroindustria, número de plantas elaboradoras de diferentes preparados de tomate, producción integral y además, centro científico de investigación y desarrollo, con el INTA EEA La Consulta y la Asociación Tomate 2000 como pilares verdaderos de esta actividad.

Un ejemplo de esta agrupación, lo dan los 112 productores que trabajaron con vinculación directa en la temporada pasada, en las provincias cuyanas, donde mejoraron los rendimientos en base a transferencia de tecnología liderada por ingenieros agrónomos senior en la conducción y control de tareas y objetivos fijados, y también juniors en las asistencias permanentes de campo.

San Juan le sigue, luego vienen Río Negro y las provincias del noroeste.

Un poroto a favor, en relación a los kilos, lo muestran los números. En rindes, nuestra región cuyana supera a las demás en rendimiento final por hectárea, con un promedio de 54,7 toneladas por Ha, siendo seguida por Río Negro, con 52,0 toneladas por Ha, y finalmente viene NOA con 45,0 toneladas por Ha.

Aquí merece comentarse que -en esta temporada- hubo lotes en Pocito, en la zona núcleo de Villa Aberastain, que con riego por goteo, fertirrigación, uso de plantines híbridos, alta densidad, preparación de suelos en profundidad, laboreo en tiempo y forma, aplicación de guano, riegos controlados según fase fenológica, y cosecha mecanizada, tocaron las 135 y 140 toneladas por Ha, una barbaridad productiva.

Si separamos por regiones, la producción nacional indica que 319.000.000 kilos son de Cuyo, un 71 % del total, superando apenas la línea de la superficie; el 19 % es de Río Negro, manteniendo con 84.000.000 de kilos, el porcentaje cubierto en tierra; y un 10 % es del NOA, con 45.000.000 kilos, aquí vemos que baja un poco en relación a la superficie utilizada.

Un sector que mejora, tiene una lenta recuperación, luego de varios años de transición. Ojalá nuestro país continúe en esta línea, y San Juan prosiga en su camino alcista.