<BF>- ¿Por qué la idea de reflotar esa historia?<XB>
– Porque fue una película que en ese momento me atravesó, porque estaba esperando contar una historia de amigos y traiciones en la universidad, rodeada del proceso y Tango tenía muchos puntos en común; porque habla de principios esenciales, una cosa muy universal.
<BF>- ¿Qué relectura se puede hacer en la Argentina actual?<XB>
– Valorizar la libertad y de entender que hay un montón de cosas que están mejor que antes y que hay otras que hay que seguir discutiendo, pero sobre todo que tenemos que ser libres, que no tenemos que ser tan paternalistas en la relación con el gobierno y exigirle más, aún cuando estemos de acuerdo. La libertad como esencial y no traicionar los principios, es una lectura que se puede hacer hoy.
<BF>- La obra apunta a los que vieron la peli hace 20 años y a la nueva juventud…<XB>
– Originalmente pensamos más en los cuarentones, pero nos asombra la cantidad de gente joven que viene, que incluso no vio la peli, pero que está en el imaginario popular tal vez por ser una película de rock, de sexo y de traiciones como consignas. A veces a partir del musical ven la película y entienden lo que pasaba hace 40 años en el país y reflexionan. Mi idea es esa, que dispare la reflexión, me gusta contar este tipo de historias… A mí los espectáculos de cul…y tet… me parecen ya vacíos, no hay que estar tan influenciados por la tele.
<BF>- ¿Y el público qué dice?<XB>
– Nos ha ido muy bien, así que supongo que dice lo mismo; pero hay muchas más ganas de lo otro que de esto lamentablemente, nos están embobando un poco. Por eso tenemos que hacer más, para que la gente tenga opciones.
<BF>- ¿Cómo ves el género musical hoy en el país?<XB>
– Es un género difícil, porque la gente no logra internalizarlo bien; lo bueno es que ahora hay mucha propuesta argentina buena, con lo cual también estamos encontrando nuestra dinámica. Creo que en algunos años se va a establecer como género, ahora estamos como entendiendo cómo contarlo; no hablo de las obras que vienen de afuera que ya son un paquete armado.
<BF>- ¿Cuesta competir con el modelo Broadway?<XB>
– Mucho, porque la gente cree que si no bajan telones, no se mueven los decorados y no hay cambios de vestuario, no es un musical…
<BF>- ¿Hay prejuicios de la misma gente del teatro?<XB>
– Todos. Creo que te puede gustar un género o no, pero nada es mejor o peor. ¿Además, quiénes somos para ponernos en esa vereda dictatorial? Este es un género de gran demanda, porque tenés que actuar, cantar y bailar, entonces no es para pasarle encima con la opinión. Los teatreros tienen mucho prejuicio, sí, pero bueno, ojalá que como todo en este país, podamos decir lo que nos parece bien, más allá de lo que nos digan.