Schoklender dijo que llegó a robar junto a otras personas y jugar dinero en el casino para pagar cuentas de servicios públicos y gastos de médicos de la fundación. Aclaró que esos asaltos se hicieron por poco tiempo.

‘Yo financiaba y sostenía desde el casino. Soy un brillante jugador de black jack y trabajaba todas las noches para poder pagar al día siguiente‘, remarcó. Detalló que iba al barco amarrado en Puerto Madero que tiene salas de juego, donde ‘entraba entre las 21 y 22, y salía a las 4 o 5 de la madrugada‘. ‘Era rarísimo que haya perdido al black jack‘, afirmó y añadió que una noche llegó ‘a ganar 40 mil dólares‘, pero normalmente se llevaba del casino ‘entre 5 y 6 mil dólares‘