Después que se descubriera una carnicería ilegal en Caucete, propiedad del hermano del exintendente del departamento,  el titular de la Dirección de Desarrollo Pecuario, Carlos Camuñas, indicó que es "común" el decomiso de carne de dudosa procedencia. 

"Periódicamente se encuentra carne que no se conoce su origen. En esos casos, nuestros inspectores los intiman,  se labra un acta de infracción, interviene el juzgado. y finalmente se sanciona. Es común", agregó el funcionario en diálogo con Demasiada Información, en Radio Sarmiento. 

Respecto al caso que causó conmoción en Caucete,  el director manifestó  "más allá del tipo de animal, acá el tema son las condiciones en las que fue faenado. Hay que tener en cuenta la higiene y la cadena de  refrigeración". En este sentido, dijo que  es habitual el decomiso de mercadería "sin rotular" y eso es motivo de sanción. 

El caso

Los pesquisas de la División Policía Rural tenían el nombre de Marcial Gil en la mira por presunto cuatrerismo. Por lo que, cerca del mediodía de este viernes, los investigadores se apostaron en las inmediaciones de La Plata y Rastreador Calívar, en la zona de La Puntilla, en las afueras de Caucete. Tenían el dato que allí, frente a la Bodega Arenas y en el mismo predio donde hay un hotel alojamiento que está en construcción, funcionaba la carnicería clandestina del sospechoso. 


Allí interceptaron el auto de un hombre que dijo ser de Rawson y que admitió que había salido del "local" de Gil. En el baúl, sin ninguna medida sanitaria, llevaba aproximadamente 70 kilogramos de carne que, según explicó, le habían vendido en ese lugar sin entregarle ningún comprobante o factura. Para peor, el hombre rawsino reveló a los pesquisas que la carne no era de vaca, sino de caballo, y les dijo que luego era mezclada con grasa y vendida a puestos de comida callejera.

Cuando los policías irrumpieron en el lugar estaba Marcial Gil con sus dos hijos mayores de edad. Según fuentes judiciales, además de que el comercio no está declarado ni inscripto como corresponde, no contaba con medidas de seguridad ni mucho menos sanitarias.

La hipótesis de los investigadores es que hasta su local llegaban comerciantes de casi toda la provincia, indicaron. Y que él faenaba los animales y les vendía la carne.