Eran las 5,30 de la mañana cuando recibió un llamado de la base alertando sobre una mujer que estaba por dar a luz en el Barrio Colón, en Santa Lucía. No dudó e hizo que su compañero de movilidad lo llevara hasta ese domicilio, sin saber que estaba frente a su primer gran desafío como policía. Así fue que Jonathan Martínez, de 22 años, y que es policía desde hace un año y medio, se transformó en el ídolo de los Estrella, ya que llegó a la casa de la familia para cortar el cordón del bebé, limpiarlo y darle las primeras atenciones a la madre. Luego fueron trasladados al Hospital Rawson donde recibieron atención médica.

‘Al bajar de la ambulancia, la enfermera me dijo que le pusieron mi nombre al bebé‘, dijo Jonathan, que formó parte de la primera promoción de egresados de la Tecnicatura en Seguridad Ciudadana, de la UCC y gracias a la felicidad que sintió tras asistir este parto dijo que todo el esfuerzo que hizo valió la pena. Es papá de 2 chicos (3 años y 3 meses) y nunca antes había presenciado un alumbramiento. ‘Cuando llegué a mi casa y le conté a mi señora que vi nacer un bebé se puso celosa‘, bromeó el joven y contó que cuando nació su hijo mayor, él no pudo estar por sus horarios en la escuela y cuando fue el parto de su nena, en el hospital no lo dejaron ingresar.

Cada vez que el policía recordó lo que le pasó ayer en la madrugada, la voz le tembló, los ojos le brillaron y una enorme sonrisa hizo que la abuela materna del bebé lloraran de emoción. Jonathan contó que entró a la casa y la primera imagen que vio fue a Fabiana Estrella, la parturienta, con su bebé. Pidió alcohol, algodón y una tijera, pero como la familia no tenía corrió dos cuadras hasta la Subcomisaria. ‘No me importó nada. Corrí como loco‘, dijo.

Desinfectó la tijera, se lavó las manos y midió con sus dedos el cordón. Lo ató con un hilo que le dio la abuela del bebé y lo cortó. ‘No sentí miedo, nervios, ni nada‘, contó y agregó que vio a la mamá, a la abuela y al papá del niño que no sabían qué hacer y que por eso se mantuvo lo más tranquilo posible. ‘Con el papá envolvimos al bebé y le limpié la nariz para que respirara mejor. La tenía muy tapada, pero sabía que estaba bien porque ya había llorado‘, dijo.

Después de brindar los primeros auxilios, que aprendió durante su capacitación, improvisó con una sábana una camilla, para subir a Fabiana y al pequeño Jonathan al móvil policial, pero eso no fue necesario. La ambulancia llegó y los trasladaron al Rawson. ‘Escoltamos a la ambulancia hasta el hospital. Cuando llegamos una enfermera me dijo que le iban a poner mi nombre al bebé y no lo podía creer. Fue uno de los días más lindos que me tocó vivir‘, dijo el joven, que fue felicitado por sus compañeros de trabajo y su familia.

Ayer en la siesta, Jonathan visitó a los Estrella, pero no pudo conocer a su tocayo que pesa 3,335kg y mide 47 centímetros. Fue bienvenido con abrazos e incansables agradecimientos. El bebé permanecerá unos días en Neonatología por precaución, porque al haber nacido en su casa debe recibir cuidados extras.