Entre los sanjuaninos que quedaron varados en distintos puntos del mundo tratando de regresar a la provincia desde hace días, DIARIO DE CUYO se contactó con 5 de ellos que dieron su testimonio luego de enterarse la decisión gubernamental de suspender los vuelos de repatriación hasta que “la situación sea manejable”, según expresó el presidente Alberto Fernández en una entrevista televisiva.


Los datos en común que brindaron es que partieron al extranjero antes que se declarara la pandemia y no pudieron regresar porque no podían costear los gastos de los pasajes. Además, que se enfocan en mantener la calma para que la incertidumbre que reina, no se transforme en ansiedad.


Desde que se cerraron las fronteras el pasado 13 de marzo, el Gobierno autorizó 120 vuelos en los que se repatriaron unos 22.000 argentinos aproximadamente.
Actualmente se estima que unos 10.000 argentinos están varados en aeropuertos, principalmente en los de México, Estados Unidos, España y Perú, aguardando que vuelvan las operaciones para socorrerlos. 

Por trabajo en Australia

Sergio Peralta es un pocitano de 26 años quien dijo que fue a Sydney a realizar trabajos de jardinería o electricidad junto a otros sanjuaninos y que tenía previsto quedarse hasta mayo, para regresar con ahorros. Y cuando vio que la pandemia llevaba mucha preocupación a su familia, mencionando especialmente a su madre y al mayor de sus dos hijos (de 8 años de edad), intentó regresar, pero justo lo tomó el cierre de las fronteras. “Además que no podemos regresar y de la preocupación de nuestras familias, veo que hay gente que dice estupideces como que todos los que estamos afuera del país es porque nos fuimos de vacaciones sabiendo de la enfermedad”, se descargó de entrada.


El joven aseguró que le preocupa que recién ahora en Australia, con casi 3.000 infectados y 13 muertos, están tomando medidas pero que no hay orden de cuarentena generalizada. “Vinimos a probar suerte y ojalá que pronto haya una posibilidad de volver”, agregó.

Esperando una señal. Leonardo Moreyra, Lucas González y Sergio Peralta son 3 de los sanjuaninos que esperan volver.

Aislados en Italia

El hockista Franco Ceschin, quien milita en el equipo italiano Coreggio, recibió el pasado 5 de marzo a sus padres Mauricio Ceschin y Karina Pontoriero y a su novia, Lorna García, quienes tenían pasaje de regreso a San Juan para ayer, pero siguen en situación de aislamiento en Florencia (donde los encontró la orden italiana el 8 de marzo) y con una mayor incertidumbre.


Karina contó que todo se precipitó tan rápidamente que en este momento solamente mantener la calma es lo prioritario hasta que surjan novedades: “Gracias a Dios el dueño del departamento que alquilamos permitió que podamos extender unos días más el contrato, porque estuvimos buscando otras opciones y nadie quiere hacerlo. Mi marido es diabético y todavía tiene medicación. Solamente vamos al supermercado y cuando regresamos, desinfectamos desde las bolsas hasta la ropa. Seremos unos 700 argentinos varados y en el consulado sólo se activa el contestador automático”.

En Florencia. Mauricio y Franco Ceschin, Lorna García y Karina Pontoriero están desde el 8 de marzo esperando una respuesta.

El aeropuerto de Bogotá

María Sol Gómez, médica de 29 años de edad, es sanjuanina que hace una década reside en Córdoba y por conocer la isla colombiana de San Andrés con su novio hoy aguardan en el aeropuerto internacional de Bogotá ‘El Dorado’ una respuesta para regresar al país, que cada vez ven más lejos.


“El 4 de marzo cuando viajamos colombia ni siquiera figuraba como país de riesgo ni el Covid estaba declarado como pandemia”, recordó María Sol, quien tenía regreso desde Cartagena el martes pasado. Pero desde el pasado 17 de marzo empezaron a buscar adelantar el vuelo y nunca pudieron. “Somos 125 argentinos varados en Bogotá, de los cuales 91 estamos viviendo directamente en el aeropuerto. De ellos 11 son niños y hay una embarazada. Estamos a la espera de poder volver pero vemos que esto puede ser para largo por lo que esperamos ver si encontramos alguna solución desde la Embajada, que nos asiste desde el lunes en el aeropuerto”.

Organizados. María Sol Gómez (con la remera mostaza) coordina con otros argentinos varados en el aeropuerto.

Esperando en Andorra


Valentina Scarso (20 años) viajó con su novio, Santos Montaño, en julio del año pasado a España a trabajar y por la temporada de invierno consiguió un puesto en un centro de ski de Andorra.


Estaba previsto que la fuente de trabajo durara al menos hasta mediados de abril y en noviembre la fue a visitar su madre, Iris Galleguillo (y también a una hermana), quien tenía billete de regreso para el 24 de marzo, por Iberia, que canceló el vuelo.


Pero el 13 de marzo, la orden de cuarentena llevó a que se cerrara el centro de ski. Inmediatamente trataron de regresar a Argentina pero el precio de los billetes era superior a sus ahorros, que ahora se diluyen en el alquiler y alimentos.


“Tengo crisis asmática y no puedo conseguir la medicación, mientras que mi madre está sufriendo ataques de pánico”, contó Valentina, quien dijo que son parte de los 2.000 argentinos varados esperando una respuesta. 

Sin respuestas. Valentina Scarso, su madre Iris Galleguillo (izquierda) y su novio, Santos Montaño.

 
Aguardando en Portugal

A.D.C. aceptó dar su testimonio desde Lisboa sólo con la condición de que se publiquen sus iniciales para no preocupar más a familiares -adulto mayores- sobre su presente que comenzó con la intención de hacer el primer viaje a Europa con su esposa y dos hijos para conocer un poco de Francia, España y Portugal.


Contó que el viaje era del 6 al 28 de marzo y la primera complicación los encontró en la capital de Portugal. “Nos cancelaron el vuelo previsto para el 16 a Madrid y desde la embajada nos sugirieron conseguir directamente un vuelo de regreso desde Lisboa y lo único que pude conseguir fue a Chile, que también lo cancelaron después”, describió ADC, quien afirmó que los argentinos que pudieron viajar inmediatamente en esos días fue por un poder adquisitivo muy superior. “Espero que para quienes estamos varados en el extranjero, nos retiren el 30% del impuesto PAIS para poder sobrellevar la situación hasta que podamos regresar”, completó.