Está convencido de que la gracia la heredó de su papá. “Él era vendedor ambulante y hacía su trabajo haciendo chistes para que la gente se riera”, recuerda Aurelio “Lolo” Pastor. Con esta personalidad ocurrente, “Lolo” siempre fue el centro de atención en las reuniones de su familia, hasta que su humor pasó la barrera de la intimidad. Eso sucedió cuando al caucetero le propusieron ser el número artístico de una parrillada del departamento donde nació.

Pasaron casi trece años de ese momento totalmente inesperado y hoy “Canto y humor 2” es uno de los shows más demandado para cualquier tipo de fiestas y encuentros.

“Gracias al humor pude conocer Buenos Aires”, contó Aurelio, quien también se dedica a los viñedos. Es que hasta de la ciudad porteña lo convocaron para animar un cumpleaños de quince.

Con más de mil presentaciones en su trayectoria, Lolo arma su espectáculo con música e imitaciones. “La que más le gusta a la gente es la de Leonardo Favio, aunque también pega bien la de Nino Bravo”, asegura este artista que hasta se viste para caracterizar a los famosos y hacer de cuenta que realmente están frente al público.