Dos camionetas y un auto lideraban la caravana de los danzantes. Lo particular es el “vestido” que llevaban ya que tenían mantas de alpaca, animales de peluche y flores. Además colgaban de las mantas cucharas y bandejas que eran de estaño y cobre, metales típicos de Bolivia. Anteriormente se adornaban con más joyas, pero dejaron de hacerlo por haber sufrido robos.
