El día de Axel comenzó demasiado temprano ayer. Eran las 6:30 cuando su mamá lo despertó para que atendiera el teléfono. Lo llamaban desde una radio de Córdoba para que contara cómo salvó a su papá accidentado, buscando ayuda mientras estaba solo en medio de la ruta 20 el miércoles pasado, hecho al que DIARIO DE CUYO llegó en primer lugar por pura casualidad y debió auxiliar a la familia. A partir de ese momento, su día estuvo lleno de emociones: primero se reencontró por fin con su padre, Gustavo Videla, quien está internado en el Sanatorio Almirante Brown. Después, no dejó de responder llamados telefónicos y de posar frente a las cámaras de medios locales y nacionales.
Tímido, serio, con gestos pronunciados y pocas palabras, Axel respondía muy escuetamente a las preguntas de los periodistas. Es que, a pesar de haber sido protagonista de un hecho heroico, sólo tiene 6 años.
"Esta mañana -por ayer-, mientras nos preparábamos para ir al sanatorio, Axel se miraba en la tele. Veía las fotos del DIARIO DE CUYO y se reconocía ahí", contó su abuela, Angela Castro, que acompañó a su nieto durante la ajetreada jornada.
Con Axel también estaban su mamá, Yésica Páez, y su hermano de 3 años, Josaías. Todos fueron al sanatorio para que Axel volviera a ver a su papá después del momento duro del accidente. "Entró rápido, pero cuando vio a su papá en la cama dio un paso atrás. Es que se impresionó por las vendas que tiene en la cara", contó la abuela con la voz entrecortada. "Después, Gustavo lo llamó. Axel se acercó a él, se abrazaron y empezaron a hablar. Estaban felices", agregó la mujer.
Luego, los medios comenzaron a llegar. La cámara fotográfica de DIARIO DE CUYO y la filmadora de Telefe fueron las primeras en entrar a la habitación del sanatorio. Axel habló poco, pero las miradas cómplices entre su padre y él dijeron más que cualquier palabra.
Mientras tanto, los teléfonos de Yésica y Angela no dejaban de sonar con llamadas de radios de Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero y Buenos Aires, entre otras provincias.
Alrededor de las 10:30 llegó el turno de la visita al set de grabación del programa de Canal 5, DQE, que dejó sorprendido a Axel: es que le daba vergüenza salir en la tele. Su familia entró al set, pero él optó por quedarse afuera. Y obligó a las cámaras a moverse para filmar su cara. En la puerta del canal, un grupo de madres con niños de un jardín de infantes lo señalaba, y decían que ese era "el nene que salvó a su papá". Algunas hasta se acercaron para felicitarlo. Aunque el nene las miraba sin entender bien por qué.
Después, mientras se trasladaba a una radio, su mamá siguió contestando el teléfono. Y más tarde fue alcanzado nuevamente por las cámaras de Telefe, que vinieron a San Juan exclusivamente para hacer una nota con el niño.
Así, Axel pasó el día agotado, pero feliz. Y no por ser famoso, sino porque sabe que su papá está bien y que tiene todo el amor de su familia.

