Por más que la plaza departamental de 25 de Mayo y las calles que la circundan estaban llenas de gente, los vendedores de los distintos puestos de comida ubicados estratégicamente no veían reflejado en sus ganancias el número importante de público, durante la segunda noche de la Fiesta del Carrerito. Por eso, cuando a alguien se le ocurrió bajar el precio del choripán y de las empanadas, rápidamente otros lo imitaron y empezaron a reemplazar el cartel de "Chori 7 pesos" por uno de "Chori a 5", para ver si así aumentaban las ventas. "Lo que no se venda hoy, no se vende. La gente ya está cuidando el peso porque vienen las fiestas y por eso hay que tener viveza comercial", explicó Rozamel, uno de los vendedores que después de aplicar la estrategia de rebaja, vio cómo su parrilla empezaba a vaciarse rápidamente.

Infaltables en toda fiesta popular, los puestos de comida ubicados en la plaza de la villa cabecera de 25 de Mayo apostaron a las empanadas, choripanes y hamburguesas como números puestos. También hubo quienes ofrecieron repostería con dulces artesanales, para comer ahí o para llevar a la casa. Y por la proximidad de la Navidad, también hubo oferta de panes dulces y budines. En cuanto a los artesanos que no elaboran productos comestibles, también hubo de todo: textilería, cerámica y alfarería, ideal para ir comprando regalos para las fiestas.

En el escenario, los números locales fueron digna apertura para lo que vendría después: la actuación de Néstor Garnica, que no se negó a los pedidos de bis, seguido por el humor parsimonioso de Cacho Garay, que no perdió tiempo en contar chistes en los que los protagonistas se llamaban igual que el intendente de 25 de mayo, Rolando Quiroga, y su hermano diputado, Juan Carlos Quiroga Moyano. El cierre estuvo a cargo de Roxana Carbajal, en esta 38va edición de la Fiesta del Carrerito.