A mantener

Toda la producción musical original que acompañó esta edición fue de primerísima calidad. Refinada, con identidad marcada en las fusiones de épocas y estilos y con melodías y arreglos cuidados al detalle para cada evento. Aplausos para Rolando García Gómez, Lucio Flores y Esteban Vega.

En esta edición sin duda resaltó el cuidado visual y la producción escénica de las candidatas a Reina durante sus presentaciones en público. La Noche Soberana en el Teatro Sarmiento fue un espectáculo de exportación. Y el vestuario inspirado en el siglo XIX también fue una revelación.

Como apuesta estética, el Carrusel del Sol va ganando en calidad cada año. Si bien esta vez estuvo más demorado el comienzo de la producción, el montaje de cada carro también mereció una medalla aparte. Al igual que las coreografías planteadas por los cuerpos de bailarines.

En la Feria Temática, que esta vez batió récord de superficie, hubo una muy acertada estrategia de promoción de los productos agroindustriales locales: la "probadita". El público pudo degustar vinos, aceites, quesos, pan, pasas y otras cosas, lo que generó mucha aceptación.

Después de una larga incertidumbre, la elección final de los artistas para la Feria también merece ser destacada. Sabroso y el agregado de La Barra son multiconvocantes, así como Palito Ortega es un show de primera garantizado y Charly García recuperó su mejor forma escénica en San Juan.

A mejorar

En la Feria Temática, la expansión del predio le jugó como desventaja: no había una señaléctica clara que indicara en qué sector estaba cada stand, qué se podía ver o qué actividades estaban programadas. El público, en su mayoría, deambuló sin orientación y sin poder decidir cómo recorrer.

También en el predio se repitió algo que los asistentes a las ediciones anteriores ya habían criticado mucho: la mezcla de audios y la contaminación acústica. Al pie del escenario mayor todavía se podía escuchar lo que sucedía en el escenario menor. Y eso se notaba en el patio de comidas.

La tormenta de lluvia y granizo del miércoles por la tarde fue inevitable, pero hubo algo que no lo era: la precariedad de muchas de las instalaciones eléctricas, que quedó en evidencia cuando los bomberos hicieron un relevamiento para decidir si se abría o no al público la noche del jueves pasado.

Otra vez, como en la edición anterior, hubo un enorme despliegue e inversión de publicidad de la fiesta en medios nacionales, pero eso no generó mucho movimiento de turismo hacia la provincia. Hasta el viernes, la ocupación hotelera casi no se había modificado, ya que el público era sanjuanino.

Desde los días previos hubo una serie de imprecisiones informativas desde la organización que desorientaron al público. Por ejemplo, jamás instalaron las pantallas gigantes en la vereda del teatro para la Noche Soberana. Y hubo desencuentros oficiales acerca de la visita de Florencia Peña.