Un barco con unas 100 personas a bordo y un tren con un número todavía no especificado de pasajeros fueron arrastrados ayer por una ola gigante en Miyagi, al noreste de Japón, donde fue el epicentro del devastador tsunami.

El barco, que pertenece al astillero del puerto Ishinomaki, fue llevado por el agua y todos sus ocupantes se encuentran desaparecidos, precisó la policía local.

En tanto, entre doscientos y trescientos cadáveres fueron hallados en áreas costeras de la ciudad oriental de Sendai, donde muchas zonas residenciales quedaron anegadas a causa de un tsunami que, con olas de hasta 10 metros, arrastró docenas de vehículos y viviendas, según la policía local.

En la misma zona costera de Miyagi, se perdió el rastro de un tren de la compañía East Japan Railway Co, que se encontraba cerca de la estación de Nobiru, cuando se produjo el terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter.

El tren, que viajaba entre las ciudades de Sendai e Ishinomaki, llevaba un número indeterminado de pasajeros y con el que no se ha logrado contactar tras el temblor.