El Vaticano se preparaba ayer para recibir hoy a una enorme multitud durante la misa inaugural del Papa Francisco, un evento que combina religión y política al reunir a la realeza de Europa, jefes de Estado y líderes espirituales del mundo. Se espera que cientos de miles de personas abarroten la Plaza de San Pedro y las calles aledañas para la misa en la que Francisco será declarado formalmente como el líder de los 1.200 millones de católicos del mundo. La congregación podría ser la mayor en Roma desde que 1,5 millones de personas acudieron a Roma para la beatificación del fallecido Papa Juan Pablo II el 1 de mayo del 2011. El Vaticano dijo que seis monarcas, incluyendo a los de Bélgica y Mónaco, están entre los líderes que asistirán a la misa. Una figura significativa en el evento será Bartolomé I, el patriarca ecuménico de los cristianos ortodoxos, en la primera vez que el líder espiritual de esta comunidad acude a la misa inaugural de un Papa desde el Cisma entre Oriente y Occidente que se produjo en 1054.