Los incidentes que ocurrieron dentro de la cancha que derivó en la suspensión del encuentro, trajo mucha indignación entre la gente local que posteriormente, a la salida del estadio, tuvieron una batalla campal, en la que la policía debió usar gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar la gente. Los hinchas, a su vez, tiraron proyectiles.

El comisario a cargo del operativo, Julio Vázquez informó que hubo cuatro detenidos, dos dentro del estadio y dos en las adyacencias.

Entre los que estaban dentro de la cancha, uno fue el jugador de Trinidad, Cristian Villegas, que en esos momentos no integraba el plantel. Villegas fue derivado a la Comisaría 6ta. para realizarle un expediente contravencional.

También hubo altercados cuando el arquero Andrés Lavorante fue subido a la ambulancia ya que algunos seguidores de Unión, entre ellos el médico Luis Peña, se trenzaron a golpes con algunos efectivos policiales. Por suerte todo fue controlado.

En tanto fuera del estadio, una vez que se desalojó el escenario, hubo gases lacrimógenos y balas de goma. Incluso desde afuera del estadio, hacia el sector de los antiguos camarines, llovían piedras.

Fuentes policiales informaron que a causa de los proyectiles que provenían de los hinchas de Unión, seis policías fueron heridos e incluso una agente fue derivada al centro asistencial René Favaloro por una lesión a la altura del cráneo, en el hueso frontal en el costado izquierdo. El resto tuvo sólo heridas leves. En cuanto a las personas ajenas al operativo policial, no se registraron heridos.

Por Lidia Heredia