�Bélgica, que elevó la alerta terrorista al máximo, se ha convertido en la ‘cuna’ del yihadismo en Europa, según expertos. Encabeza la lista de socios europeos con más ciudadanos afiliados al Estado Islámico (EI) en Siria e Irak.
En Bruselas hay 18 barrios habitados mayormente por musulmanes. Viven miles de desplazados que escaparon de sus naciones para buscar mejorar su vida. Todo en un contexto en el que varios refugiados huyen de Siria, Irak y otros países sumidos en la violencia.
La estación de subterráneos atacada ayer, de hecho, está cerca de varios edificios gubernamentales belgas y de la UE. La explosión se registró cerca de los edificios de la Comisión Europea y el Consejo Europeo.
Ayer, tras las explosiones en el aeropuerto, los medios belgas mostraron imágenes de la densa humareda que atravesaba los cristales rotos de la terminal. ‘Un señor gritó en árabe. Gritó algunas palabras y después escuché una gran explosión‘, relató Alphonse Lyoura, un empleado de la seguridad del aeropuerto de Zaventem. ‘Se ha desatado el pánico. Muchos han perdido las piernas. Bélgica no merece esto‘, agregó.