"Los dos procesos en Boca y el de Vélez fueron exitosos porque tuve la suerte de trabajar con grupos compuestos por personas inteligentes. Cada uno tuvo sus características porque no hay dos grupos iguales y por eso es obligatorio para el líder del grupo conocer las características de todas las personas con las que trabaja"

"Siempre elegí al capitán del equipo, en función de su liderazgo. Hay líderes positivos, que son esos que con 4 palabras logran que reaccione un compañero. Son los que dan el ejemplo con cumplir las obligaciones. Hay líderes pasivos, que se ganan el respeto por el talento que tienen. Y hay líderes negativos, que deben ser apartados del grupo".

"Soy un convencido que todos son necesarios en un grupo. En el año 2000 después de haber salido campeón ante Real Madrid, el título que conseguimos en el torneo argentino fue gracias a un gol de Matías Arce, un chico que la gente casi no recuerda su trayectoria como futbolista. Esto dice que nos necesitamos todos mutuamente".

"En mi tercer regreso a Boca, como director deportivo, me fui porque los dirigentes esperaban que yo estuviera dispuesto a ser técnico. Me fui en buenos términos pero no quería asumir esa función que esperaban de mí. ¿Si sigue dormido el Bianchi técnico? Estoy muy bien en la situación que estoy en estos momentos".