Una profunda cortina de silbidos nació en las bocas de los hinchas de ambos equipos cuando fueron presentados por los altoparlantes del Estadio Monumental el presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, y el titular de la Conmebol, el paraguayo Nicolás Leoz. Ambos dirigentes saltaron al campo de juego con ambos seleccionados y saludaron a los 22 protagonistas antes del puntapié inicial. El mismo hecho con los silbidos ocurrió también en La Plata en la previa del Tercer Puesto entre Perú y Venezuela, dando una muestra del descontento de los fanáticos con el máximo organismo del fútbol mundial.

Una multitud de hinchas uruguayos se hizo presente hoy en el Estadio Monumental para ver a su seleccionado y alentarlo en la final de la Copa América ante una parcialidad paraguaya que, en menor proporción, se las ingenió para ponerle a la fresca tarde su tradicional tricolor albirrojo. Desde temprano, el domingo en la ciudad tuvo una estética distinta a las normales con el Obelisco usurpado por hinchas uruguayos y guaraníes que acamparon hasta las horas próximas al encuentro. Cuando los jugadores celestes salieron al campo de juego a hacer el reconocimiento del mismo, los fanáticos explotaron y ovacionaron a sus hombres, pero el que se llevó el mayor coreo fue el delantero emblema Diego Forlán.

Los uruguayos fueron claramente mayoría, ya que predominaron en las dos cabeceras y se entremezclaron los guaraníes en las plateas.

Las avenidas Del Libertador y Figueroa Alcorta estuvieron taponadas de intenso tránsito en las horas previas al partido, con combis y micros que trasladaban a los fervorosos simpatizantes.

En las inmediaciones del Estadio Monumental se pegaron afiches de una cerveza que patrocina al seleccionado uruguayo, que tenía como leyenda “Vamos Muchachos”, deseándole suerte a los dirigidos por Oscar Tabárez.