La semana pasada una de las entidades mendocina emblemáticas de la industria, decidió patear el tablero y retirarse de la mesa donde se diseñan las estrategias y acciones para promocionar el vino del mercado interno. Aduciendo “importantes diferencias en la campaña interna del vino”, el Centro de Viñateros y Bodegueros de Este, entidad que agrupa a gran parte de los empresarios del sector vitivinícola del este mendocino, -San Martín, Rivadavia, Junín, Santa Rosa, donde se produce más del 50% de la producción vitícola total del país-, decidieron retirarse del Fondo Vitivinícola Mendoza después de 14 años. Si bien desde los distintos sectores salieron a minimizar este hecho, lo cierto es que hay preocupación por las actitudes que se evidencian desde esa entidad gremial. Desde mitad de año, el Centro de Viñateros y Bodegueros de Este, venía haciendo fuertes cuestionamientos, no sólo al Fondo Vitivinícola por la instrumentación en la promoción genérica del vino que según argumentan, “no alcanza y además, excluye a las pymes fraccionadoras”, sino que realizó serios planteos a la propia mesa de la COVIAR -organismo al que pertenecen- cuando manifestaron su descontento por el incremento a la alícuota -aumentó un 10%- que cobra la Corporación a la producción vitivinícola para la campaña de promoción en el mercado interno. Paralelamente, la entidad viene haciendo anuncios sobre su decisión de instalar en el país y en el mundo una marca propia que identifique a ese oasis productivo. Uno de los que mostró preocupación fue el titular del INV, Guillermo García, quien explicó que “la vitivinicultura de hoy es de consenso, de trabajo conjunto y sobre todo de coordinación de políticas, por eso, no tiene sentido que se hagan planteos por afuera de organizaciones donde están sentados todos los referentes de la industria (por la COVIAR y el Fondo Vitivinícola)”.