Enfrentaron un desalojo ejecutado por Enrique Sisterna, que en ese momento era el presidente de la fundación que financiaba el destacamento, y por esto debieron trasladarse a un predio que les donó una caucetera y en donde sólo había una casa prefabricada que tenía un baño y poco espacio para acomodar sus herramientas y equipos. Pero a pesar de todo esto, los Bomberos Voluntarios de Caucete se pusieron la ropa de fajina y levantaron un tinglado para proteger los vehículos que usan para los operativos. Ahora quieren ampliar la casa de madera para armar una oficina en donde recepcionar los llamados de emergencia.
Según contó Alejandro Domínguez, jefe del cuerpo, una vez que recibieron las donaciones de metal y chapa, los 20 bomberos, que son parte del destacamento, se pusieron a trabajar. “Nos pasamos noches enteras trabajando. Tuvimos que ocupar todas las horas posibles de cada jornada porque con nuestros trabajos particulares no nos quedaba tiempo para construir el nuevo cuartel”, dijo el bombero. Lo primero que hicieron fue construir un galpón de hierro y chapa para poder proteger los 2 camiones y la camioneta con las que cuenta el destacamento. Para poder hacerlo, José Luis Alcaraz hasta utilizó la máquina soldadora de su taller mecánico y se puso a unir cada uno de los vértices del tinglado junto al resto de sus compañeros.
El próximo objetivo de cuerpo de Bomberos Voluntarios es conseguir ladrillo y cemento para poder construir un nuevo edificio que tenga dos cuartos, uno para hombres y otro para mujeres, baños, cocina y comedor. Es que actualmente, en la casa prefabricada sólo tienen un baño y una pequeña oficina.
Mensualmente, el cuerpo de voluntarios recibe cerca de 30 llamados de urgencia al 4962935, Atienden desde incendios y rescates, hasta sacar gente que protagoniza accidentes de tránsito. Este promedio fue superado ampliamente el mes pasado ya que, por las inundaciones, debieron intervenir en más de 400 casos en donde la gente se vio amenazada por tener riesgo de derrumbe en sus viviendas.
El destacamento funciona bajo la órbita de una fundación que es la que consigue los fondos para todo lo que necesitan los bomberos. A fines del año pasado el destacamento funcionaba en una casa que pertenecía a Sisterna, el presidente de la fundación en ese momento. El hombre les pidió la casa y esto trajo aparejado un enfrentamiento que terminó con su renuncia.

