�“Dirigí cinco finales del fútbol argentino y no pasó nada raro. Vi campeón a Racing, a River, a Independiente. Eso fue por algo y creo que se ensañaron conmigo. Podría haber seguido en el arbitraje pero no daba para más. Fui, hablé con Grondona y me terminé despidiendo por la puerta grande”.