Uno de los grandes desafíos de Fecoagro fue como tener leche fresca todo el año y no sólo en la época de primavera-verano, por lo que pusieron en marcha un proyecto que terminó con éxito. Este consistía en un método hormonal que les permitió estimular a las hembras fuera de estación para que entrara en celo. Claro que esto no era todo ya que el gran tema era que a los machos de raza no se los podía estimular. Fue entonces cuando surgió la idea de utilizar machos criollos (los del campo) que están siempre en celo. Así surgieron las cabras mestizas que a los fines de producción de leche vienen muy bien.

"Con este sistema tenemos leche fresca y por ende quesos frescos todo el año y cabritos todo el año. Al principio pensamos en faenarlos pero se decidió por sus características quedaran para la producción de leche porque se adaptan con más facilidad. Por esto puedo decir que a la cabra criolla no hay que menospreciarla y quien tiene esas cabras puede arrancar con ellas sin problema y no empezar de cero, de a poquito ir metiendo otras de sangre lechera para aumentar los volúmenes", asegura Leopoldo Méndez.