Hace 40 años que Senobia viaja desde su San Luis natal hasta San Juan para agradecerle a la Difunta Correa por todas las bendiciones que le concede. Y le ofrece su gratitud de una manera muy especial: sobre cada escalón que sube para llegar hasta el oratorio coloca una flor de diferente color. La mujer contó que, cuando puede, le entrega claveles y que, cuando no tiene dinero suficiente, compra flores más baratas, pero que todos los años cumple su ritual con la misma devoción y fe, porque la Difunta siempre la ha ayudado.