El terremoto en Haití originó una inmediata cadena de ayuda humanitaria y económica mundial a través del aporte de dinero, medicamentos, alimentos, maquinaria de rescate y personal especializado en catástrofes. Argentina conformó una mesa de crisis integrada por la Cancillería y los ministerios de Defensa, Salud y Desarrollo Social, cuyo objetivo será coordinar la ayuda humanitaria que se desplegará en Haití y evaluar en forma constante los daños y las necesidades. Las Naciones Unidas, la Cruz Roja, la Unión Europea (UE), Estados Unidos y diversos organismos internacionales se movilizaron para ayudar a la población haitiana. La ONU puso en marcha 30 equipos de ayuda y la UE una asistencia financiera de emergencia de unos 3 millones de euros para los damnificados y anunció que enviará más sumas de dinero una vez que se sepa con exactitud la dimensión de la tragedia. España, como presidente de turno del bloque comunitario, coordinará la ayuda humanitaria. El gobierno español enviará tres aviones con equipos de rescate y viajarán también miembros de las fuerzas de seguridad y no descartó el envío de miembros de la policía judicial. En América Latina, el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva donará diez millones de dólares, que podrían aumentar a 15 millones junto con 14 toneladas de alimentos, al tiempo que envió al ministro de Defensa, Nelson Jobim, y al comandante del Ejército, Enzo Peri. La presidenta chilena, Michelle Bachelet, mandó un equipo especializado en la búsqueda de desaparecidos, compuesto por policías, militares y médicos apoyado por perros rastreadores junto con 12 toneladas de alimentos y tres de medicamentos.