Un turista en Calingasta se puede empapar con la historia del departamento al recorrer iglesias, pero también deleitarse con las bellezas y paisajes que sólo se pueden encontrar en este terruño gigantesco que está al pie de la precordillera de Los Andes. Todo esto es lo que pensó el municipio para diseñar el nuevo recorrido turístico que comenzó el lunes pasado justo en el inicio de las vacaciones de invierno.
Así es que luego de reunirse en la oficina de Turismo de Barreal, los visitantes, junto al guía turístico, llegan a la primera estación del recorrido: la Iglesia de la Buena Esperanza. Datos históricos como que el edificio se erigió a principios del 1900 y que está hecha de tapiales (paredes compuestas por barro y paja), llaman la atención cuando se observa el buen estado de conservación en el que se encuentra, pero lo que más impacta es la imagen del Cristo Sentado y su historia. Es que esta imagen es una de las 3 que existen en Latinoamérica y llegó a Calingasta gracias a uno de los primeros pobladores de Barreal que la trajo de Chile luego de cruzar la Cordillera de Los Andes con los animales que comerciaba en San Juan. Estos datos fueron los que más llamaron la atención de los turistas que llegaron de Córdoba y Santa Fe que se sumaron al recorrido con la inquietud histórica del pueblo cordillerano.
Una vez que finalizan las ganas de sacarse fotos con el Cristo Sentado, todos juntos se trasladan al segundo punto del recorrido: el Cupido que está en la calle de Los Enamorados. La escultura realizada por un artesano de Barreal es el puntapié que le permite al guía contar la Fiesta de los Enamorados que todos los años se realiza en Barreal en febrero. Ahí es donde el contingente conoce que el festival dura dos días y se realiza en la fecha más cercana al 14 de febrero, el Día de los Enamorados, y que durante el primer día (que siempre es viernes) se realizan serenatas.
Con veinte minutos del recorrido a cuestas, todo el grupo de turistas se traslada al tercer punto, que es la bodega boutique Entre Tapias que está saliendo de Barreal. Este lugar es el sitio ideal para que el turista conozca el proceso completo de la producción de vino. Es por esto que el guía brinda una charla más extensa que en los otros puntos del recorrido ya que comienza contando la cosecha de la uva y luego cómo se procesa el fruto hasta convertirse en la bebida alcohólica. Luego de conocer todo este proceso, en el hall de la bodega se realiza un despliegue de copas y quesos para que los visitantes puedan degustar el vino.
Ya pasó una hora del recorrido que comenzó en la siesta y todos los turistas se suben a sus vehículos para trasladarse hasta el Cerro Alkazar, una de las bellezas naturales. Los distintos colores, sumados a sus geoformas, deslumbran a todos los turistas. El guía, mientras los visitantes miran asombrados lo imponente del cerro, explica el porqué de sus variados colores.
De este modo se termina el recorrido que por la cultura y las bellezas de Calingasta, y la gente sigue encontrando sorpresas en los restaurantes (ver aparte).