Cuando faltaba sólo dos días para que los investigadores de la UNSJ fueran a estudiar los restos humanos encontrados en un descampado de Villa Corral, Calingasta, la Policía se les adelantó y sacó el esqueleto de allí para hacerle una pericia. Según dijeron en la comisaría departamental, así es como se actúa siempre, con autorización de la Justicia mediante. Pero desde la Dirección de Patrimonio Cultural de la provincia dijeron que no es así, y se enojaron tanto que enviaron notas de quejas a la Subsecretaría de Cultura, a la Secretaría de Turismo y a la Jefatura de Policía, acusando a los uniformados de arruinar una investigación científica.
El esqueleto fue encontrado por una familia que paseaba en el lugar el Viernes Santo pasado. De inmediato avisaron al municipio, que a su vez puso al tanto a la Policía, para que custodiara esos restos, y a Patrimonio, para que se fijara si se trataba de vestigios aborígenes. Pero los huesos, en vez de quedar en el lugar para que todo fuera examinado por expertos del museo Gambier de la UNSJ, terminaron el miércoles pasado en la Morgue Judicial, tras ser levantados con palas por los uniformados de la Comisaría 16ta.
El director de Patrimonio provincial, Juan Salvo, ayer estaba indignadísimo. "Para poder hacer un estudio serio hay que observar no sólo los restos, sino también su entorno, que debe estar intacto", dijo, para agregar que ya había presentado sus quejas formales por interpretar que la Policía había desbaratado cualquier intento de investigación cultural. Del otro lado, el titular de la 16ta dijo que "siempre que encontramos restos humanos, pedimos la orden del juez y los levantamos para que se haga el estudio forense. Recibimos la autorización del Primer Juzgado Correccional y ahora todo está en manos del médico forense, que debe presentar los resultados a la Justicia".