El cambio fue abrupto. A menos de un año de inaugurado el primer tramo de la mole del Centro Cívico, las zonas aledañas empezaron a sentir el impacto. El caos en el tránsito fue el panorama más notorio. En pocos meses al lugar, que durante tres décadas fue un fantasma, empezaron a concurrir cientos de personas. Hoy, a tres años de su inauguración pasan por allí unas 11.000 personas diariamente, entre empleados y gente que va a realizar algún trámite. El resultado: autos mal estacionados, bicicletas y motos por doquier y amontonamiento de vehículos en horas pico. Desde que el Centro Cívico abrió sus puertas, tanto el gobierno como la Municipalidad de la Capital, intentaron organizar el tránsito. Hubo planes y proyectos que nunca se llevaron a cabo. Y lo que se hizo, todavía no da resultado.

Fue en el 2008 cuando comenzaron a estudiar la posibilidad de transformar la calle Las Heras, en una sola mano. Este es el sector más complicado en cuanto a la circulación de vehículos. Es de doble mano y pasan varias líneas de colectivos. Y aunque no está permitido, siempre hay autos estacionados en ambos lados de la calle. La idea nunca se llevó a cabo como tampoco el proyecto de convertirla en peatonal. Lo que se hizo fue cambiar de mano a cuatro calles cercanas. Fueron las Ricardo Rojas, Segundino Navarro, Juez Ramón Díaz y José Rodríguez. Si bien esto organizó algo la circulación, la calle Laprida (detrás del ex Casino), siguió siendo un caos. En esa oportunidad también se propuso cambiar el recorrido de los colectivos. Lo que se buscaba es que los ómnibus circularan por Libertador y por Ignacio de la Roza, sin doblar por Las Heras o España, tal como era el circuito a principios de los “90. Pero esto tampoco se ejecutó.

Cuando la Municipalidad de la Capital empezó a elaborar el proyecto del ECO, el sector del Centro Cívico no estaba incluido en esa zona. Poco después decidieron ampliar el sector de influencia para organizar el tránsito alrededor del edificio.

La prohibición de estacionar sobre las calles que rodean el Centro Cívico, fue mediante una ordenanza que se sancionó a principios del 2009. Pero hasta ahora nunca habían controlado que se cumpliera. Por la cantidad de vehículos que transitan la zona, DIARIO DE CUYO pudo constatar que un auto demora tres minutos en avanzar 250 metros, cuando lo normal es demorar 45 segundos.