Ayer la Terminal de Omnibus de San Juan era una hervidero de gente enojada: mientras los choferes bloqueaban el ingreso de colectivos de media y larga distancia a las plataformas, alrededor de 200 personas protestaban frente a las ventanillas de las empresas porque no podían viajar. Es que un paro de UTA que empezó sorpresivamente en las primeras horas del jueves inmovilizó casi por completo a los micros de media y larga distancia que debían salir o llegar a la Terminal y los pocos que arribaron, porque su horario de salida fue anterior al paro, dejaron a sus pasajeros en plena calle, frente a la Plaza Di Stéfano.

Desde la oficina de la Dirección de Tránsito y Transporte que hay en la estación, informaron que los 200 servicios que tenían como punto de llegada o partida a San Juan habían sido reprogramados. Muchos pasajeros, sin embargo, decidieron ir igual a la Terminal para ver si podían viajar y allí se encontraron con la desagradable sorpresa de que sus pasajes habían sido reprogramados para días posteriores. Los más enfurecidos eran los que antes de ir, habían llamado a las empresas y les habían informado que debían concurrir a la Terminal porque el ómnibus sí salía.

Ese fue el caso de Rosa Geraldo, que tenía que viajar a Mendoza en el micro de las 15:30. "Llamé antes de venir y me dijeron que viniera porque el micro iba a salir de alguna calle cercana, pero acá me dicen que no podré viajar. ¿Para qué me hacen venir hasta acá?", repetía enojada. En otra ventanilla, Gladys Cortez trataba de ubicar a su familia toda junta en un micro a Neuquén. "Somos 8 y viajábamos hoy, pero por el paro no sale el micro. Y en la empresa me dicen que tienen lugar para 3 personas mañana -por hoy- y otros 5, el sábado. Es una vergüenza", dijo enojada.

Mientras hacía lo posible por abrigar a su nieto en el changuito donde dormía, Elvira Rodríguez parecía resignada a esperar. "Somos de Buenos Aires, llegamos esta mañana y teníamos que ir a Jáchal porque nos espera mi hijo. Pero no tenemos micro, así que no sé dónde vamos a pasar la noche", afirmó la mujer. En otro banco, Daniela Ladino buscaba la posición más cómoda para esperar con su embarazo de 6 meses a cuestas. Tenía que viajar a Chepes y recién se enteró cuando llegó a la Terminal: "No puedo esperar acá, estoy desde el mediodía. He llamado a mi marido para que me venga a buscar, pero faltan muchas horas para eso", dijo.

La familia Villafuerte, de Pocito, pasó por una situación similar. El matrimonio y los dos chicos buscaban una ubicación confortable para esperar, a salvo del frío, porque tenían que viajar a Buenos Aires y no podían volver a su casa. "Vamos a quedarnos acá, hasta que nos digan en qué micro podemos irnos", dijo Gladys mientras su esposo paseaba al bebé por los pasillos de la Terminal. Santiago Luna, que tenía que viajar a Buenos Aires a las 13:45, también decidió quedarse a esperar: "Voy por cuestiones de salud, no puedo postergar el viaje. Dicen que a lo mejor más tarde se soluciona el paro, así que voy a quedarme acá por si sale algún micro", aseguró.

Afuera, en el ingreso de colectivos, los dirigentes de UTA improvisaron una carpa para permanecer al abrigo de la lluvia y el frío, mientras explicaban a los enojados pasajeros los motivos de su protesta, que terminó recién casi a las 19.