Carlos Alfredo Díaz tenía 26 años, era soltero, el menor de dos hermanos. Vecinos y parientes se acercaron a dar el pésame en la vivienda que habitaba junto a su familia en calle Sarmiento. Sus familiares y amigos lo apodaban “Fredy” y trabajaba como jornalero en la finca de su padre, ubicada también en el departamento veinticinqueño. Gladys Díaz, hermana del fallecido, comentó que “Fredy” y sus amigos eran inseparables y que habitualmente “se reunían en distintas casas a cenar, charlar y casi todos los días. Eran chicos sanos y muy queridos en todo el barrio. Todas trabajaban o estudiaban y no podemos entender lo que les pasó”, agregó Gladys, emocionada.