“Hace 6 años que vengo siempre a la procesión de San Antonio. Mi mamá me volvió devoto luego de que mi papá tuviera un problema de salud y le diagnosticaran que no iba a poder caminar. Mi vieja le pidió a San Antonio y vimos cómo mi papá seguía trabajando sin problemas. Desde ese momento prometimos venir siempre a agradecerle”.