“Esto permite ahorro de tiempo, energía, mano de obra, y hay que ser cuidadosos y estar alerta con el bombeo del recurso hídrico”, comenzó resumiendo Edgardo Galán, uno de los socios de Grupo Gaudium, creativos locales que están automatizando todo tipo de emprendimientos agrícolas e industriales. El carro básicamente posee un motor eléctrico, trifásico, con etapa de control, de velocidad, dirección, zonas de riego, y sensores, conectado a un gabinete de mando. La barra tiene las mangueras de riego, con un cable conector tipo Protodur, y los complementos son aplicadores de agroquímicos diversos, agregó Rogelio Toro, otro de los especialistas de la firma. Hoy podemos asegurar que con estos pequeños robots riegan los plantines de tomates, melones, sandías, pimientos, berenjenas, cebollas y otras hortalizas, según se hagan los encargos de los productores, en Fitotec, ubicado en Pocito. Con diseño de prototipo y posterior elaboración integral, están dando soluciones a diversos temas de automatización. Se trata de un conjunto de creativos que trabajan con metalúrgica, electricidad, computación, y utilizan principios de física, química, hidráulica, y otras ciencia, para llegar a obtener una solución competente a un pedido empresarial. Leonardo De la Vega, ingeniero egresado de la UNSJ nos indica que lo que hicieron es en pocas palabras un carro de riego, pero le dicen robot, al que le fueron agregando funciones con el tiempo. Es automático, con un sistema de comunicación y manejo con un panel de control; además, permite el agregado de equipos o elementos complementarios para aplicar herbicidas, insecticidas, funguicidas y otros agroquímicos de uso común en este tipo de trabajos. En relación a sus inicios en este tema dijo que en el 2007 nos acercamos a esta empresa para ofrecerles automatización de los controles de temperaturas y humedades. Allí Andrés Berzenkovich y Pedro Martín nos explicaron que el tema era para ellos el riego y que apuntáramos nuestras ideas a ese ítem de la producción; había inconvenientes por temperaturas de verano, por vientos Zonda, etc. Siguió recordando que el sistema importado de riego que ellos poseían, era un equipo francés de la marca Urbinatti, muy bueno, pero surgían demoras con los repuestos, services, etc. Entonces propusieron un prototipo, y lo instalaron en la nave 8. Esto motivó 4 meses de trabajo arduo, se chequeó y anduvo bien. De la Vega luego destacó decidieron automatizar todo, para ello armaron un proyecto integral, para el total, cubriendo las 25 naves y se presentó al Fontar; se aprobó, pero no la financiación. Algo desanimados pero convencidos de que los equipos eran buenos, se jugaron por enteros y lo hicieron a costo de ellos, con mucho riesgo y endeudamiento. Pero todo sacrificio tiene su premio y hoy hablar de varios equipos de riego instalados.
