La Casa Natal de Sarmiento mostró ayer su nueva cara, tras la remodelación que incluyó una moderna iluminación y un nuevo relato museológico, en una reapertura parcial por el Congreso Argentino de Cultura. Pero fue sólo para funcionarios y un grupo de visitantes que aprovechó el momento para ingresar, ya que para el público en general el museo permanecerá cerrado hasta tanto se termine las obras y se mejore la seguridad, una fecha que los autoridades no se animaron a pronosticar.
"Tengo el corazón en la mano. Este es un día histórico para nosotros", dijo emocionada Beatriz Oviedo de Coria, directora del museo. La casa lució fantástica, con luces tenues, su nuevo recorrido temático y textos informativos en las paredes, pero la biblioteca estuvo cerrada, faltaron las referencias de los elementos exhibidos y hubo paneles fenólicos separando sectores. Por eso, porque las obras van a continuar, Oviedo de Coria no se aventuró a dar un día para la apertura definitiva. La museóloga dijo que por cuestiones de seguridad, no pueden controlar al público e hizo una excepción a la visita de ayer porque era un número reducido de personas.
"Esto es recorrer la historia. Hace 199 años, acá nació este argentino que recorrió América, llegó a Estados Unidos y trajo maestras norteamericanas a enseñar a la Argentina. Los pueblos que descuidan sus casas tienen destino de padecimiento", apuntó Jorge Coscia, secretario de Cultura de la Nación.
Tras las palabras de funcionarios nacionales y locales, Oviedo de Coria abrió la gran puerta de doble hoja de la casa y fue la encargada de encabezar la visita guiada y ofrecer datos sobre la obra y los elementos de la muestra. A su vez, mientras ella hablaba, un numeroso grupo de visitantes, muchos identificados con credenciales del Congreso, aprovechó la apertura, recorrió la casa, sacó fotos y hasta se quedó al coqueto ágape preparado para los funcionarios.

