Un estudio para descubrir los nidos subterráneos de las colonias de termitas y los que persisten en el interior de las maderas se hará en la Casa Natal de Sarmiento por primera vez, según informó el equipo técnico del museo. Para ello, se usará aparatos de tecnología de avanzada, provenientes de la Facultad de Ciencias Exactas, de Córdoba, y que normalmente se usan en la actividad geológica de baja escala. El objetivo principal es detectar el escondite de estos insectos, cuya plaga está controlada pero no erradicada. La formalización del proyecto se hizo ayer con la firma de un convenio entre las autoridades de la Casa Natal y de la Facultad de Ciencias Exactas, de la Universidad Nacional de San Juan.

Con este análisis también se pretende revisar el estado de la estructura edilicia y descubrir posibles construcciones o restos arqueológicos enterrados en el terreno, según comentó Arturo Güell, uno de los impulsores del estudio y vicedirector del departamento de Geofísica y Astronomía de la Facultad de Ciencias Exactas, de la UNSJ. Sin embargo, Alejandra Ponce, la otra promotora del proyecto y miembro del equipo técnico del museo, contó que lo que dio origen a la idea fue la necesidad de solucionar definitivamente el problema de las termitas, que vienen atacando la estructura del edificio desde hace, al menos, unos 30 años, cuando se detectaron por primera vez.

"Este es un estudio que nunca se ha hecho en ningún edificio del país. El proyecto surgió el año pasado con el planteo del problema de ubicar las cavidades que hicieron los insectos en el suelo o paredes y, analizando las posibilidades, consulté a Arturo Güell", dijo Ponce. Los resultados del estudio permitirán localizar sin inconvenientes ni métodos destructivos los nidos de termitas.

Hasta ahora, las autoridades de la casa han atacado la plaga en varias oportunidades y de diferentes maneras. Por tratarse de un monumento histórico, las investigaciones y tratamientos de combate contra esos insectos realizados en la casa fueron pioneros en buscar medidas que se ajustaran a la preservación del lugar. Los trabajos de desinfección para estos casos no son comunes, ya que se debe tener especial cuidado para que los productos utilizados no dañen el patrimonio. Y la ausencia de empresas de desinfección dedicadas a realizar trabajos específicos en bienes culturales y sitios históricos hizo más difícil la tarea. De esta manera, los tratamientos hechos hasta la fecha se hicieron fundamentalmente con gas insecticida, cerrando las dependencias del edificio herméticamente y dejando actuar; y con insecticida líquido, que se inyectó en los palos del techo y en perforaciones de unos 20 cm en zócalos y marcos.

La nueva investigación será con métodos no invasivos en pisos, paredes, jardines, techos y terreno circundante. Para ello, usarán un equipo de georradar, usado normalmente en tareas geológicas, como los estudios de fisuras en los suelos. La técnica es de alta resolución y funciona mediante ondas electromagnéticas que luego son reflejadas y receptadas por una antena. Con estos instrumentos es posible detectar estructuras sólidas y huecas y los registros se observan de inmediato en los monitores de las computadoras.

El convenio para comenzar a realizar el trabajo quedó firmado ayer por la mañana en la Casa Natal. "Calculo que en unas dos semanas más ya vamos a tener definido el cronograma. La idea es no interrumpir el horario de visitas y que en unos tres meses el trabajo esté terminado", comentó Güell.