Las firmas involucradas fueron establecidas en tres niveles, según un detalle que proyectó el canciller Héctor Timerman: petroleras, otras que brindan apoyo logístico y compañías especializadas en servicios financieros o de asesoría.

En el primer rubro, el de las empresas que realizan ‘ilegítimas actividades de exploración hidrocarburíferas‘ en la Plataforma Continental argentina en proximidades de las Islas Malvinas, el Gobierno incluyó a Rockhopper Exploration, Desiree Petroleum, Falkland Oil & Gas, Borders & Southerland y Argos.

En la parte de Plataformas de Perforación y materiales de apoyatura (repuestos), las empresas que fueron mencionadas fueron Diamond (propietaria de la Plataforma ‘Ocean Guardian‘) y Dry Ships y Ocean Rig (dueños de la Plataforma ‘Leiv Eirikson‘) y 11 buques proveedores con sus respectivos dueños.

En el nivel de apoyatura por Servicios Financieros se identificaron a Bancos (The Royal Bank of Scotland, Credit Suisse, Morgan Stanley, Barclays, Lloyds, etc.), Brokers (Merrill Lynch, Seymour Pierce, Oriel, Ocean Equities, Mirabaud, etc.) y Analistas (Merrill Lynch, Goldman Sachs, Jefferies, Edison Investment, Credit Suisse, etc.).

En cuanto a Servicios Logísticos y de Asesoría, la Cancillería presentó un complejo cuadro de relaciones entre empresas donde, entre otros, se destacan como participantes algunas empresas con presencia en la Argentina, como HSBC, Societe Generale, J.P.Morgan, UBS, Fidelity, etc. Por último, al cuadro de la Cancillería se le suman al final siete empresas a las que considera ‘interesadas‘: British Petroleum, Amerada Hess, Anadarka, Cairn, Premier Oil, Murphy Oil y Noble Energy.