Como si fuera una cloaca abierta, las aguas servidas de un pozo negro comunitario del barrio Orzali, en Rawson corren por una canaleta hecha en la vereda, caen en la cuneta y de ahí avanzan nivel abajo, putrefactas y asqueantes. Y los casi 1.000 alumnos del Colegio San Vicente de Paul, que estudian justo al lado del monoblock del pozo negro colapsado, son los más afectados.
Pero además, el problema tiene a mal traer a los vecinos del barrio Belgrano (contiguo al Orzali), ya que las aguas servidas circulan por sus acequias. Desde la Municipalidad de Rawson dijeron que la única solución es hacer un nuevo pozo negro, pero como se trata de propiedad privada, necesitan autorización de los vecinos para hacer la obra.
El problema no es nuevo en la zona, pero los habitantes dicen que se agudizó desde que colapsó el pozo negro del monoblock 10 del barrio Monseñor Orzali y los vecinos hicieron una canaleta para que las descargas vayan a parar a la cuneta que da a calle Hugo Wast. ‘Lo hicieron porque a las familias de las plantas bajas, las aguas servidas les salían por los resumideros‘, dijo una vecina del monoblock 10, que prefirió no dar su nombre.
Según los vecinos, ya otros pozos negros del barrio colapsaron, pero los propietarios que viven en esos monoblocks afrontaron nuevas perforaciones sacando plata de sus bolsillos. ‘En mi sector ya hicimos tres pozos negros, pero nos dijeron que no podrán hacer otro porque no hay espacio. El problema va a ser cuando el tercero ya no dé abasto‘, contó Alicia de Moreno.
A menos de cinco metros del pozo negro y de la canaleta que arroja el agua servida a la cuneta empieza el edificio del colegio privado. Y son los alumnos y docentes quienes soportan a diario el olor. ‘Hemos presentado notas a la Secretaría de Ambiente, a la Municipalidad y a la Policía Ecológica, pero aunque constatan el problema, no pueden hacer mucho. El olor es nauseabundo y permanente‘, apuntó Mauricio Tejada, director de la rama primaria del colegio, que también tiene una secundaria, por la tarde.
Además del líquido en la cuneta, hay una importante cantidad de hojas secas, que se acumulan día a día. Pero los vecinos prefieren que siga así. ‘El problema es que cuando me pongo a sacar las hojas, remuevo el agua y el olor que sale es tremendo. Por lo que que ni eso podemos hacer‘, dijo Jorge Echenique, portero del colegio y vecino del barrio Orzali.
Desde la Municipalidad de Rawson informaron que envían periódicamente un camión atmosférico para desagotar el pozo negro, pero que la solución es que los vecinos hagan un pedido formal y cedan un espacio para poder hacer otra perforación. ‘Es un servicio que hacemos gratis, pero no podemos ir por la fuerza a trabajar ya que son espacios privados. Los vecinos nos tienen que autorizar‘, dijo Germán Navas, de Obras Públicas de la Municipalidad de Rawson.

