Las niñas de la Parroquia de Trinidad sorprendieron a todos, incluso hasta al propio Obispo que estaba en la puerta de la Catedral. Llegaron caracterizadas de embarazadas o cargando bebotes en sus brazos para protagonizar una obra sobre Santa Gianna, una médica italiana que dio su vida para salvar la de su bebé. Esto ocurrió en la previa de la Peregrinación de Niños a Fátima que se realizó ayer con la participación de unos 3.000 chicos que se manifestaron en defensa de la vida.
Los chicos que llegaron desde diferentes departamentos también se manifestaron a favor de la vida y de la familia con carteles y pancartas que desplegaron en la caminata o con cánticos que entonaron durante todo el camino. Incluso algunos chicos portaron hojas de papel en las que dibujaron a sus familias completas con sus hermanos recién nacidos.
La concentración se llevó a cabo, como todos los años, en la puerta de la Iglesia Catedral e incluyó una previa donde el color y la alegría fueron los protagonistas principales. Cada grupo asistió con vinchas, remeras y pañuelos de diferentes colores para diferenciarse del resto, y hasta con bombos y platillos para darle acompañamiento musical a la peregrinación. Sólo en los momentos de oración pararon de saltar y de tocar batucada para rezar.
Sin distinción de edad, todos los chicos bailaron y saltaron desde que partieron de la Catedral hasta que llegaron a la Gruta de Fátima, en Rawson. Aunque no todos soportaron el cansancio y tuvieron que buscar auxilio. Fueron los chicos menores de 2 años que recorrieron el último tramo de la caminata sentados sobre los hombros de sus papás.
La peregrinación culminó con una misa en la Gruta de Fátima donde niños y adultos rezaron en defensa de la vida.

