En pleno ascenso a la Quebrada de las Burras, el pelotón de punteros se encontró con un ciclista que sin casco y con una mochila devoraba kilómetros a buen ritmo. Eduardo “Tranquilo” Chirino, quien a sus 54 años aún tiene objetivos deportivos. “Quiero que me autoricen a correr la Doble Media Agua”, expresó quien ayer recorrió desde su casa en Rivadavia 200 km.