Tranquila, dio detalles sobre cuál es su función como jefa de Adjudicaciones del IPV y su trabajo en el organismo en los últimos 25 años. Reconoció los documentos que le mostraron. No se contradijo en ningún momento. Y, principalmente, negó de plano conocer al prófugo Carlos Albornoz y a los detenidos Marcos Barragán y Pedro Roldán, todos del Movimiento Agropecuario Provincial implicados en el resonante fraude millonario con promesa de casas del IPV. También rechazó de plano la versión de Barragán de haberles prometido un cupo de 205 casas a través del Plan Federal II, y haber recibido sobres con plata por esa supuesta operatoria, porque entre el IPV y el Movimiento no existía ni existe ningún convenio por casas.
Según fuentes judiciales, esos fueron los tramos más importantes de la "firme" declaración de Mirta Cocinero ayer, ante el titular del Cuarto Juzgado de Instrucción, José Atenágoras Vega, su secretaria Gladys Capdevilla y el fiscal Fabrizio Médici.
La funcionaria había llegado acompañada por un abogado porque el juez, luego de los dichos de Barragán, había resuelto tomarle una declaración informativa o no jurada, en otras palabras, la propia de un estado de sospecha que sin embargo, por falta de pruebas, no alcanza para indagarla directamente como imputada por el delito de estafas reiteradas, como al resto de los detenidos: Miriam Quiroga (madre de Barragán) y Alejandra Dragui, a quien la propia Quiroga sindicó como la mujer que una vez la llamó haciéndose pasar por Cocinero.
Y si bien había mucha expectativa porque la declaración informativa podía convertirse en una indagatoria en el mismo acto, las explicaciones que dio Cocinero parecieron alejarla de ese estado de sospecha, dijeron fuentes judiciales luego de un primer análisis y la impresión que dejó la funcionaria.
Ayer, en sus escuetas declaraciones a la prensa (las primeras desde que estalló el escandaloso caso), la funcionaria se limitó a decir "quieren perjudicarme", o "me siento absolutamente respaldada desde lo político". Por lo bajo, trascendió que luego de declarar poco más de dos horas, Cocinero se quebró y entre lágrimas manifestó que, a causa del escándalo, sentía que le habían hecho mucho daño a ella y a su familia, y que esa situación sería difícil de superar.

