Fue para que le pusieran fin a los problemas que genera el pozo negro en el establecimiento, que colapsó y que arrojaba efluentes desde el baño hasta el patio. En consecuencia, 500 alumnos se quedaron sin clases. La actividad se retomará recién hoy, luego de que los trabajos que hicieron ayer y la promesa de la instalación de un tanque provisorio convencieron a los padres de levantar la medida.
El problema no es nuevo en la escuela, pero se agudizó en las últimos días. De hecho, desde el viernes pasado los alumnos de jardín, primaria, secundaria, los de capacitación laboral y los de la nocturna, apenas iban una hora y media a clases, para que no quedaran tanto tiempo expuestos a la contaminación. Pero el martes a la tarde los padres se cansaron, pusieron el grito en el cielo y tomaron la escuela. ‘Es un foco infeccioso y ya no podíamos aceptar más esta situación’, dijo Alejandra Pugliese, una de las mamás.
‘Esta escuela nació como un anexo y era muy chica. Fue ampliándose hasta poder recibir una matrícula de 500 alumnos, pero quedó con el pozo negro original, que ya colapsó. La situación es grave’, dijo Olga Agüero, directora de la escuela.
El mantenimiento de las escuelas en la provincia le corresponde a la Dirección de Arquitectura, que ayer intervino y envió un camión atmosférico. ‘Este pozo tiene apenas 4 metros de profundidad y es extremadamente chico para tanta gente. Para que la escuela pueda funcionar, desagotaremos el pozo tres veces por semana y como se estima que las obras de cloacas en la zona van a estar terminadas en unos 7 meses, mientras tanto también vamos a colocar un tanque provisorio, luego de hacer un desvío de las cañerías’, dijo Luis La Perna, de Arquitectura.
Si bien las autoridades escolares dijeron que las clases se reanudaban ayer en el turno tarde, la mayoría de los padres anunció que no enviarían a sus chicos hasta tanto terminaran de limpiar y desinfectar los baños y el patio. Por eso, recién hoy a la mañana volverá la normalidad a la escuela.

