Los nuevos habitantes. Comenzó ayer la reforestación en las dos cuadras de la Peatonal Rivadavia, con una especie que tiene pocos antecedentes en San Juan, ibirapitá. Serán en total 70 ejemplares y las tareas se completarán en esta semana.

En las dos cuadras de la Peatonal Rivadavia comenzó ayer la reforestación del arbolado público, con ibirapitá, una especie que tiene pocos antecedentes en suelo sanjuanino aunque con las mejores expectativas de la Municipalidad de la Ciudad de San Juan, quien está al frente de la obra.

El director de Ambiente del Municipio, Maximiliano Suárez, afirmó que están en San Juan todos los ejemplares que fueron traídos desde un vivero de Buenos Aires y que se trasplantarán 70 en total, por lo que antes de concluir esta semana se habrá completado la tarea.

Los árboles miden en promedio 4 metros y ya tienen 5 años de vida. "Son árboles desarrollados porque la intención es poder contar con una copa lo antes posible y también evitar el vandalismo. En otras acciones, debimos reforestar hasta tres veces porque quiebran los árboles o rompen los tutores", citó como ejemplo Suárez, quien destacó luego que en esta ocasión "vamos a lograr un crecimiento uniforme. Cuando se producen diferencias de desarrollo, afecta a los más pequeños y estéticamente también es desaconsejable".

En el contexto de las obras de remodelación de la Peatonal, el municipio erradicó los árboles actuales con el argumento que no estaban bien arraigados, por escasas raíces y desarrolladas superficialmente. Si bien en un principio anunciaron que utilizarían plátanos para reforestar, luego llegó el anuncio que era ibirapitá la especie escogida.

Además de recordar que la decisión contó con la aprobación del Consejo del Arbolado del Municipio, Suárez dio otros fundamentos de la elección. "Hace dos años ya implantamos otros ejemplares en el bulevar de la avenida Libertador San Martín y hemos visto los resultados. Es un árbol resistente a los vientos. Puede crearse el prejuicio que se quiebren en la base o en las puntas, por su rápido crecimiento, pero demostraron resistencia en Buenos Aires, en sectores donde la sudestada alcanza su máxima violencia", citó el funcionario.

En espera. Ya están en San Juan los 70 ejemplares que adquirieron en un vivero de Buenos Aires.



También subrayó que no está entre los árboles considerados que afectan a quienes padecen alergia. Aunque es un árbol nativo del Litoral, Suárez consideró que no habrá inconvenientes para que se adapten estos ejemplares a suelo sanjuanino. Además de recordar que también ya se utilizó en campañas recientes en Mendoza y los que están en la Avenida Libertador no mostraron inconvenientes, el ingeniero agrónomo también indicó que ya demostraron otras especies de aquella zona haberse adaptado muy bien a San Juan, como el lapacho y el jacarandá.

Sí aclaró que es un árbol que necesita mucha agua. "Hemos duplicado el tamaño de las tazas, las llevamos a la altura de la acequia, eliminamos la capa impermeabilizadora del fondo de las acequias y habrá sistema de riego por goteo entre las tazas", indicó.

Suárez informó que los árboles de la Peatonal Tucumán no se erradicarán y que sólo se plantarán nuevos plátanos donde las tazas estén hoy vacías. El funcionario afirmó que, independientemente del recurso de amparo que se presentó en la justicia, los estudios que realizaron determinaron que, salvo puntuales excepciones, no hay peligro de caída de ejemplares.


 

Crecidos. Los árboles tiene 5 años de vida y 4 metros de altura en promedio.

Este árbol, el ibirapitá, tenía menos resistencia social que el plátano.

MAXIMILIANO SUÁREZ - Dir. Ambiente M. Capital

En espera. Ya están en San Juan los 70 ejemplares que adquirieron en un vivero de Buenos Aires.

Un árbol ornamental

El ibirapitá tiene la corteza rugosa color gris castaño y su follaje es verde oscuro brillante, con hojas de 4 a 10 centímetros de largo, caducas. Los que se implantan en San Juan miden 4 metros y pueden llegar fácilmente a los 20, e incluso a los 40 de altura, con un ritmo de crecimiento de 70 centímetros por temporada.

Las expectativas para este primer verano de la Dirección de Ambiente de la Capital es que los ejemplares cuenten con una copa de 2 metros de diámetro. Podrán extenderse y duplicar su tamaño en un par de temporadas.