La semana pasada terminó la reincorporación a la actividad escolar de los estudiantes sobrevivientes del accidente del pasado mes de marzo. Las últimas en hacerlo fueron Rita, Maricel, Leonela y Giselle, quienes por las secuelas de las múltiples fracturas no pueden exponerse por mucho tiempo al frío ni hacer esfuerzo físico. Por este motivo, por el momento, están exentas de asistir a las clases teórico-prácticas de Agricultura en la granja. También tienen, al igual que los demás sobrevivientes, un régimen de asistencia flexible, ya que todos continúan bajo tratamiento médico.

Estas son algunas de las medidas que los directivos de la Escuela Agrotécnica Cornelio Saavedra pusieron en práctica para que su vuelta a clases no fuera tan dolorosa.

La directora del establecimiento, Shirley Sarracina, decidió que ese Sexto año se cambiara de aula. La idea fue alejar a los alumnos sobrevivientes de todo lo que les pudiese recordar a los tres compañeros que fallecieron en el accidente. Ausencia que aún hoy desata el dolor y la tristeza en el entorno. “Al día siguiente del accidente entré en el aula donde tomaban clases los chicos y fue un dolor tan grande ver los bancos vacíos que no puedo explicarlo -contó llorando la directora de la escuela-. Por eso hice que el curso se cambiara de lugar, para que cuando los chicos regresaran a clases no vieran el vacío que dejaron Cintia, Paola y Cristian”.

A esta medida se sumaron otras avaladas por el Ministerio de Educación, como la implementación en la escuela, durante los primeros días posteriores a la tragedia, de un gabinete interdisciplinario con psicólogos y psicopedagogos para contener a los chicos (que ya no funciona), un régimen de asistencia más flexible debido a que los chicos aún tienen secuelas de las heridas ocasionadas por el accidente y siguen en tratamiento médico, y el desarrollo de algunas actividades escolares en lugar de otras. De esta manera, por ejemplo, los alumnos que no puedan asistir a la clase de Agricultura trabajan en la biblioteca de la escuela hasta que estén en condiciones para continuar con la currícula escolar.

Hasta el momento, sólo Vanina Munizaga aún no pudo volver a la escuela junto a sus compañeros. Se encuentra en Buenos Aires bajo tratamiento médico. Y sin recuperar la memoria todavía.