Desde 1975 con el "Operativo Independencia" de la dictadura militar, en el Arsenal de Azcuénaga funcionó un campo de concentración y exterminio copiado de los construidos por los nazis durante el III Reich, con barracas para prisioneros, doble alambrada perimetral y torres de vigilancia. Hasta allí solía ir Bussi y encabezaba algunas ejecuciones sumarísimas de prisioneros con los ojos vendados y las manos atadas a la espalda: un gendarme arrepentido confió que el entonces gobernador de facto asesinó a la adolescente Ana María Corral, de 16 años.