�Durante el embarazo se produce una revolución hormonal que, entre otros efectos, puede derivar en un bloqueo de la insulina y a que la mujer desarrolle diabetes. Detectar y tratar lo antes posible este problema es importante para evitar riesgos en el bebé como lesiones al nacer, hipoglucemias y peso excesivo. Hasta ahora, para detectar a las mujeres en riesgo de desarrollar este problema en su embarazo, se han tenido en cuenta factores de riesgo como la raza, edad, índice de masa corporal, historia familiar de diabetes o cambios analíticos en los niveles de glucemia.
Según un estudio publicado en la revista Diabetes Care, uno de los marcadores a tener en cuenta a partir de ahora debería ser el grado de grasa abdominal como predictor del desarrollo de diabetes. Se comprobó que las mujeres que presentaron mayores niveles de grasa abdominal fueron las que desarrollaron con más frecuencia diabetes gestacional entre las semanas 24 y 28 de su embarazo.