•Tanto desde la Dirección de la Mujer como desde las áreas municipales, las profesionales se ponen a cargo de quien realiza el pedido, realizan el asesoramiento y, si es necesario y la persona está dispuesta, inician el proceso de judicialización del caso.
•En caso de que la persona corra peligro se decide si puede quedarse con un familiar o si le dan resguardo en un hogar que tiene dirección oculta y custodia policial durante las 24 horas. El objetivo es que pueda vivir allí hasta que se consiga una orden judicial que impida al agresor acercarse a la víctima.
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